Horcajuelo es uno de los conjuntos arquitectónico rural emplemáticos de la Sierra del Rincón. Todos los vecinos así como las autoridades municipales realizan un gran esfuerzo para conservar el pueblo y su típica arquitectura de casas construidas en piedra oscura.
Horcajuelo ha sido catalogado como núcleo de interés rural en el Inventario Arquitectónico de la Comunidad de Madrid.
Edificio barroco del siblo XVII que fue construido sobre otro anterior del siglo XV, del cual todavía es visible una capilla gótica que contiene una bóveda de crucería y piedra vista.
En el interior hay una pila baustismal medieval y un retablo barroco en el presbiterio.
La portada exterior es de estilo mudéjar y se puede acceder a ella pasando por un arco de entrada de medio punto.
Se trata de una construcción rectangular muy sencilla. Posee unos muros muy gruesos de mapostería reforzados con sillares en las esquinas.
Se puede acceder a la ermita atravesando una puerta que está rematada en arco de medio punto y está coronada por una tejado a dos aguas, tal como es típico en toda esta zona.
Este museo alberga en su interior la obra artística del pintor, escultor y fotógrafo vasco Don Ramón de Vargas.
A pesar de no ser de Horcajuelo ha pasado largas temporadas y es una de las cuales su obra se expone en este pueblo tan especial para él.
Es artista es conocido internacionalmente y ha obtenidos grandes premios y expuesto su obra en importes museos de todo el mundo.
Este museo se situa, como no podía ser de otra manera, en una de casa rehabilitada en 1997 respetando las pautas marcadas por la arquitectura tradicional de la zona.
La gran curiosidad de esta construcción es que posee una fachada de gruesos muros de esquistos y gneis que es practicamente circular y su techumbre está construida a dos aguas de teja curva árabe. Su interior está revestido de barro y paja.
Este museo forma parte de la Ruta de los oficios ya que muestra al visitante el modo de vida tradicional de los habitantes del lugar, el cual se basaba en la agricultrua y en la ganadería.
La Fragua, al igual que el museo Etnológico forma también parte de la Ruta de los oficios ya que se trata de un antiguo taller de herrería con todos los aperos y utensilios que se utilizaban para domar el hierro.
Esta fragua, a través de todos sus elementos, nos ayudan a comprender la figura del herrero-forjador cuyo trabajo tan importante era para el desarrollo del lugar.
Así como el herrador-forjador hacía con sus propias manos las herraduras del ganado, en el Potro de Herrar se colocaba al ganado para colocar las herraduras.
Está compuesto por dos hileras paralelas de tres postes en granito, del cual la sierra es proveedora, y entre los postes se colocaban unas estructuras de madera y cinchas para inmovilizar a los animales.
Es un vestigio del pasado, que junto con la Fragua y el museo Etnológico son dignos de ser visitados.
En este bonito pueblo de la Siera Norte
donde los inviernos tejen de blanco calles y tejados
donde el verano desborda vida por doquier
encontrarás la paz y la quitud de la vida rural
en cada uno de sus rincones.